Le gustaban las noches con luna. Fuera como fuese la luna, a él le gustaban. Luna llena, luna menguante, luna creciente... Daba igual. Siempre y cuando se viera una hermosa luna en el firmamento.
¿La razón? Sencilla.
Él amaba las noches con luna porque sabía que mientras estaba admirándola.. en alguna parte perdida, al otro lado del mundo quizás, ella también observaba la luna.
Ella le susurraba a la luna "Te quiero".
Y él "Yo más".
3 comentarios:
qe boniitooo *.*
Tan cerca y a la vez tan lejos... me encanta (:
aii qe liindo!
jaja yo tambn pieso lo mismo <3
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