Cantar a pleno pulmón. Pisar el césped con los pies descalzos. Comer nocilla con los dedos de las manos. Hacerte gritar. Los besos de esquimal. Y los de mariposa. Reir hasta que me duela la barriga. Bailar bajo la lluvía. Saltar más alto que nadie. Tirarme a la piscina con ropa. Hacerme pasar por guiri. Ser feliz. Poner la música alta hasta que se quejen los vecinos. Viajar. Quitarte la ropa. Leer la Sombra del Viento. Que me hagas cosquillas. Subir en montañas rusas. Perderme por el bosque. Desayunar donuts de chocolate. Escuchar los susurros del viento. Coleccionar secretos. Las tardes de invierno. Subir hasta el cielo. Comerte a besos. El sonido de la lluvia. Patinar sobre el hielo.

jueves, 2 de junio de 2011

Pégale un par de caladas a la vida y vámonos de fiesta.

Y tu piel es blanca como esta mañana de Enero demasiado hermosa como para ir a trabajar. Sin pestañear hablamos con el jefe un cuento chino y, como niños, nos volvemos a acostar. Se supone que debía ser fácil. Pero a veces lo hago un poco difícil. Perdón. Suerte que tú ríes y no te enfadas porque eres más lista y menos egoísta que yo. Bueno, cierra los ojos un minuto que te llevo a un lugar.

Imagina una calita, yo te sirvo una clara. Es verano y luce el sol, es la costa Catalana. Estamos tranquilos, como anestesiados. Después del gazpacho nos quedamos dormidos mirando el Tour de Francia en la típica etapa donde Lance gana imponiéndose al sprint con un segundo de ventaja en el último suspiro colgándose a sus hombros el maillot amarillo. De nuevo al chiringuito, un bañito, un helado de pistacho y un partido al futbolín. Lanzamos unos frisbis, jugamos a las cartas y acabamos cenando sardinas y ensalada. Bebemos, dorados. Hablamos, callados. La luna, la sal, tus labios mojados. Me entra la sed y pido una copa y España se queda en cuartos en la Eurocopa.

Pero nos da igual, hoy ganaremos el Mundial. Subimos a casa, hacemos el amor y sudamos tanto que nos deshidratamos. El tiempo se para, el aire no corre. Mosquitos volando y grillos cantando y tú a mi lado muriendo de sueño. Cansada, contenta, me pides un cuento y yo te lo cuento, más bien me lo invento. Te explico que un niño cruzó el universo montado en un burro con alas de plata buscando a una estrella llamada Renata que bailaba salsa con un asteroide llamado Julián Rodríguez de Malta. Malvado, engreído, traidor y forajido. Conocido bandido en la vía láctea por vender estrellas independientes a multinacionales semiespaciales. Y te duermes...Y que vivan los noches. El sol, la sal en tus labios.

Al principio, como siempre, dormimos abrazados y cuando ya suspiras me retiro a mi espacio. Me gusta dormir solo a tu lado de la cama, de esta cama ahora repleta de mantas en esta mañana fría y congelada.

5 comentarios:

Lorena dijo...

Me reee encantoooo♥ me hizo volar hacia otro lugar.
Muchisimos besos!

Alessandra dijo...

Sublime... no tengo palabras para ello.

Erika M dijo...

me encataaa! a quien no le gustan los besos de sal? :P
un beso enorme desde el http://eldeseodenuncajamas.blogspot.com/
PD: como se puede hacer para que no copien las cosas del blog.
un beso enorme

E. dijo...

Me encanta tu blog!(:
Porfavor sigueme en el mio: www.welovebigcitties.blogspot.com

Unknown dijo...

Hola Guapa! Soy la autora del blog Some pieces of paper, al que sigues. He abierto un nuevo blog, dedicado principalmente a críticas de películas de amor, cine francés, etc.. Me gustaría que te pasaras y le echaras un vistazo. Y si quieres seguirme me harías muy feliz !

Un besito

http://lecineastebizarre.blogspot.com/